Le cansaba aquella reclusión, que siempre tuviese que oír que estaba loco, que era un enfermo mental, sólo porque no recordaba su pasado.
Cuando ingresaron a la nueva, él se fijó en cada detalle. Desde aquel día no vio más que unos ojos verdes, el paisaje había cambiado y entonces recordó la locura que hasta allí le había llevado.
Rafael Mérida Juan
© 2009

2 comentarios:
Creo que ya lo conocía, me ha gustado volver a leerlo, precioso como siempre, un abrazo Rafa
Gracias Ana. Supongo que sí, ya lo conocías, apareció hace mucho tiempo en Libro de Arena. Otro abrazo grande para alguien como tú de quien tanto aprendo.
Publicar un comentario