Soñador y realista
esperando grandes metas
que mis ojos no verán.
Pragmático y sentimental
capaz de llorar por todo
sin lágrimas derramar.
Calculador e iracundo
trazando las ironías
que mi boca vencerá.
Introvertido y locuaz
usando gestos cercanos
que entierran mi timidez.
Con los pies siempre en la tierra
y la cabeza cercana
a un horizonte de nubes
que sin apenas colores
pretenden pintar mis manos
llenas de vitales huellas.
Valiente entre mis silencios
y cobarde ante el gentío,
ingenioso y solitario,
liberal de pensamiento,
sin duda republicano
y amante de tradiciones.
Pensador y autodidacta,
brillante y a la vez oscuro,
perfeccionista holgazán,
trabajador incansable
que digiere decepciones
y no celebra triunfos.
Con el alma de poeta
y vida algo aburguesada
esteta de bajos vuelos,
ardiente enamoradizo,
dubitativo y miedoso
pero con ideas fijas.
Incrédulo pertinaz
con ciertos ríos de fe,
buscador de la verdad
sin encontrar un sentido
que explique por qué yo existo
y cuál debe ser mi rumbo.
Apasionado y febril,
frío cuando yo lo quiero,
hermético y transparente.
Si he de usar una palabra
para poder definirme,
me quedo en contradictorio.
© Rafael Mérida Juan
2012
4 comentarios:
Y yo recibo tu poema/definición con una sonrisa, en realidad casi es como te imagino.
Bonita la imagen también
Un abrazo fuerte Rafa
Muchas gracias Ana por tus siempre cálidas palabras. Otro abrazo fuerte para ti.
Creo que si alguna vez te conociera lo suficiente, esa sería mi definición de ti, Rafa. Aunque no lo podría hacer con palabras tan bellas. Un abrazo grande.
Muchas gracias María, siempre un placer recibir tu visita y tus palabras tan generosas. Otro abrazo grande para ti.
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