Cita:

"Todo necio confunde valor y precio".
Antonio Machado

miércoles, 30 de abril de 2014

EL CÓLERA Y LA SOLEDAD

Es fácil hablar bien de un muerto, aún más si el fallecido es García Márquez. He leído decenas de artículos que hablan de sus bondades, peculiaridades y genialidades, también algún que otro controvertido y crítico, que de todo hay.
No puedo decir que Gabo me gustara porque eso sería quedarme muy corto, la verdad es que me fascina y lo digo en presente porque me niego a pensar que sea pasado.
Parece fácil subirse al carro de los elogios ahora que está en boca de todos pero quienes me conocen saben bien que siempre ocupó para mí un lugar privilegiado, hasta el punto que Macondo me acompaña allá donde voy.
Una tarde de verano de hace casi un cuarto de siglo, en Conil de la Frontera, me atreví a abrir un libro que alguien había dejado sobre la mesa, sólo necesité leer una página para zambullirme en la historia de manera frenética. Aquel día me di cuenta de que no sé escribir. El amor en los tiempos del cólera se llamaba la novela, y aún hoy no he vuelto a leer nada igual. Aquel descubrimiento tardío hizo que quisiera recuperar el tiempo perdido y en un periodo breve, fui encadenando una tras otra casi todas sus obras.
Su realismo mágico me cautivó de tal modo que todo aquello se convirtió en un hechizo permanente del que espero no recuperarme nunca. Cien años de soledad se me resistió, resultaba fácil extraviarse entre tantos Buendía, pero cuando entendí el sortilegio, hice que los cien años se convirtieran en trescientos porque tres veces he leído ya tan prodigiosa obra.
En paralelo a las maravillas que como autor me ofreció García Márquez, creció mi admiración por el Gabo persona, por su empatía con América Latina, por su modo peculiar y sin complejos de tomar partido por sus ideales de izquierda y progreso con los que me siento identificado.
Dicen que desde el pasado jueves santo ya no está con nosotros, será con otros porque conmigo está permanentemente ya que no puedo evitar en cada página que leo o en cada renglón que escribo imaginar cómo lo habría hecho él y sobre todo está conmigo porque en verdad lo del realismo mágico es mentira, lo que existe es la realidad y la magia y cuando ambas se mezclan sin que se vean las costuras, surge Gabriel García Márquez, y no puedo más que celebrar cada día que me encuentro con él.

Rafael Mérida Juan.
2014