Le cansaba aquella reclusión, que siempre tuviese que oír que estaba loco, que era un enfermo mental, sólo porque no recordaba su pasado.
Cuando ingresaron a la nueva, él se fijó en cada detalle. Desde aquel día no vio más que unos ojos verdes, el paisaje había cambiado y entonces recordó la locura que hasta allí le había llevado.
Rafael Mérida Juan
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