Cita:

"Todo necio confunde valor y precio".
Antonio Machado

miércoles, 29 de septiembre de 2010

MADUREZ REJUVENECIDA

               Las luces se apagan, pero él ve ahora con más claridad que antes. Es capaz de traducir lo que dicen unos ojos envueltos en miradas de cristal. Toma distancia de los demás y sin embargo sabe que nunca estuvo tan cerca de todos. Adivina gestos, intuye deseos. Por un momento no teme al tiempo, parece dominarlo y su privilegiada atalaya le permite controlar la situación con benevolencia.
               Se ha contagiado de juventud y siente cercana una piel en la que aún no hay escrito casi nada. Conoce el final desde el inicio y a pesar de ello se ve sorprendido por sensaciones que creía olvidadas.
Repite un nombre corto. Juega con las vocales propias y las sustituye por las suyas sabiendo que nada cambiará. El destino les ha colocado uno enfrente del otro. Nadie percibe las miradas furtivas, ni siquiera las palabras lanzadas con premeditación. El día expira sin que nadie descubra el secreto.
             Ella teme a las promesas, él sabe que no sirven de nada. Mañana es un terreno incierto pero ella aún no lo ha descubierto y él simplemente teme que no exista.
           Le vuelve a asustar el tiempo, ha sido un paréntesis fugaz. Todo parece no tener demasiada importancia, pero siente que ha merecido la pena y en el silencio vuelve a repetir un nombre corto, su nombre. Ahora sabe que no aprendió nada, todo está como al principio sólo que ya tiene veinte años más, pero ella prefiere no saberlo.

8 comentarios:

Marta dijo...

Eres un maestro contando las cosas y voy a tener que creer que un lobo con piel de cordero o mejor un encantador de serpientes.
Por cierto hay alguien que si sabia del secreto de ese momento.
No crees en las promesas, lo que te hace falta es soltar lastre y pensar en ti.

RAFAEL MÉRIDA dijo...

Tengo sobradas razones para no creer en las promesas, sobre todo en las m´´ias y no soy un maestro de nada ni un lobo con piel de cordero ni nada parecido. Lo del lastre me lo dicen mucho pero tal vez lo que crees un lastre es m´´as bien un impulso y ya s´´e que el secreto lo compartimos 3 personas, no era dificil imaginarlo.
Gracias por todo, todo.
Un beso grande.

Nusa dijo...

Una maravilla, Rafa. Yo también pasaré por aquí, me gusta tu sitio.

Gracias y besos.

Anónimo dijo...

Me repito, ya lo se, pero ahora cobra aun mas sentido. Siempre sorprendente, desde las letras hasta los hechos.Capaz de recorrer kilometros para recuperar lo perdido, de acudir a la llamada de quien no supo estar cuando lo necesitabas, de poner distancia con quien se olvido de lo obvio y lastimo tu corazon, de querer sin medida, de masticar tu decepcion en silencio. Y ya ves, gente que te quiere y te sigue hasta Macondo.

erato dijo...

Qué bonito ver con las luces apagadas,Rafa.Qué intenso volver a sentir cosas que a veces creemos olvidadas.Pero sobre todo, cuánta belleza hay en este lapsus de tiempo que nos cuentas y del que sales victorioso por todo lo aprendido y la consciencia de cada gesto.Ese susurro de un nombre corto me sabe a la dulce letanía que más de uno repetimos en silencio cuando poseemos el secreto de alguna complicidad y el mundo la desconoce.No dejes de escribir.Es un placer este Macondo contigo.Abrazo de admiración.

RAFAEL MÉRIDA dijo...

Erato, gracias por todo, por las líneas del comentario anterior y por las otras. Tú eres de esas personas que ve con las luces apagadas. Es un placer este Macondo cuando me llegan visitas agradables como la tuya. Abrazo de agradecimiento para ti.

FEPETE dijo...

Madurez rejuvenecida, sí, pero puede interpretarse el texto como un homenaje al retorno a la inocencia, o a la inocencia que se resiste a desaparecer.

Un saludo.

RAFAEL MÉRIDA dijo...

Muchas gracias Fepete por tu visita y por el comentario. Tienes parte de razón, en realidad también es eso, resistirse a que la inocencia desaparezca o intentar que vuelva a surgir.
Otro saludo para ti.